Se cumplieron tres años de vida del "Dosis diarias" y casi ni me di cuenta. Lo que empezó como un proyecto personal para ir vaciando la cabeza de idioteces, se convirtió en la actividad que más me divierte en el día. Y es que reírse de lo cotidiano y de uno mismo, es una de las herramientas más liberadoras que podemos usar para presentar, juzgar o comentar la realidad. Gracias a todos por su importantísima presencia en este pequeño patio de juegos. Montt.